Libros Prohibidos.

El Índice de libros prohibidos de la Inquisición española.

Cuando se fundó la inquisición Española en 1478, esta tuvo interés en los libros que inducían a la herejía a los creyentes. Entonces se creó “El Índice de libros prohibidos de la Inquisición” en latín, desde 1612, Index Librorum Prohibitorum et Derogatorum, los libros que estaban en este índice su difusión y lectura eran prohibidos en territorios que tenían una Monarquía. Fue reeditado, corregido y ampliado en 1559, 1583-1584, 1612, 1632, 1640, 1667, 1707 y 1747. En 1790 apareció el último, del que se publicó un suplemento en 1805 y otro en 1848.

El control de los libros impresos en la Corona de Castilla y los importados de otros estados correspondían a las autoridades civiles desde el 8 de julio de 1502 por el decreto de los Reyes Católicos y esta fue rectificada después por Felipe en 1558. Con esto la inquisición solo podía actuar después de que el libro fuera impreso.

En 1515 el Papa León X estableció la censura previa siendo acordado por el V Concilio de Letrán en el que se dictó la prohibición de imprimir libros sin autorización del obispo. Esto paso cuando se rompe la Cristiandad con la difusión de la Reforma Protestante. En 1523 Carlos V prohíbe la difusión de las obras de Carlos V.

El inquisidor general Fernando de Valdés y Salas fue el responsable de la primera y la segunda edición (1551 y 1559, respectivamente) del Índice de libros prohibidos de la Inquisición española.


Partidarios de las ideas de Lutero y de otros reformadores- confeccionaron listas o "índices" de libros prohibidos por ser considerados "heréticos". El primer "índice" lo ordena el rey de Inglaterra Enrique VIII y es publicado en 1529 antes de su ruptura con Roma. Carlos V encarga esta tarea a la Universidad de Lovaina que hace pública su lista de libros prohibidos en 1546 en 1542 había publicado su "índice" la Sorbona de París.

En 1551 la inquisición usa como u propio índice el de Lovaina naciendo el primer Index Librorum Prohibitorum de la Inquisición española. En este se prohibieron 16 autores la mayoría eran líderes de la Reforma y 3 años después el inquisidor general Valdes añadió 56 ediciones de biblias y nuevos testamentos la mayoría impresos en Paris y Lyon que tenían comentarios que podían inducir a la herejía.

La Inquisición ordenó a sus tribunales que recogieran todos los ejemplares que fueran hallados. El resultado fue asombroso: sólo en Sevilla, los inquisidores reunieron 450 volúmenes; en Zaragoza el tribunal confiscó 218 Biblias sin licencia, la mayoría de las cuales habían sido impresas en Lyon; en Valencia se localizaron al menos 20 Biblias, carentes de licencia; en Salamanca se encontró un buen número también. Kamen (2011, p. 109).

El inquisidor general Fernando de Valdés junto con su colega Dominico en 1559 publicó una lista de 700 libros. Esta fue solo la segunda edición del índice, esta no fue copia de otras listas como en 1551 de la universidad de Lovania.